sábado, enero 31, 2009

Gracias por mantenerme a la escucha

Buenos días Cicely. Hoy quería comentarles una grata experiencia. Esta mañana como hago habitualmente fui a dar mi clase de aikido, y al llegar me dijeron q había gente q se iba a examinar. Pues bien, comenzaron los exámenes (eran grados más bien iniciales), y una vez acabados todos apreciamos q el resultado había sido muy satisfactorio en todos ellos, y tanto fue así q aprobaron más q de sobra.

Bueno, esto de por sí es ya una grata experiencia. Pero de repente, justo cuando el maestro termina con su valoración positiva hacia el examen de sus alumnos (el día anterior fue todo lo contrario), uno de ellos rompe a llorar...

..y ahí estaba yo, observando cómo ese cacho de tío cercano a la treintena se deshacía en lágrimas de satisfacción delante de todos sus compañeros, y cómo todos ellos se le acercaban a darle la enhorabuena mientras un servidor, todavía en seiza, se quedaba completamente inmóvil observando la escena durante unos lentos segundos con una emoción mucho mayor si cabe dibujada en forma de sonrisa.

Pero esta tampoco es la grata experiencia a la q me refería. La grata experiencia en cuestión es la de reflexionar ahora sobre ello, y darme cuenta de q vivir experiencias de este tipo me hacen todavía trascender el concepto "persona", el concepto "arte marcial" y otros muchos conceptos, q de tanto machacarlos a base de verdades y evidencias, los tengo casi siempre en eternos "combates" sin sorpresas. Llenos de reglas, pero vacíos de escucha, de espontaneidad.

Y doy gracias una y mil veces al aikido, porque por encima de lo q muchos puedan creer, esto es algo más q adquirir una destreza con palos, puños o patadas. En mí, afortunadamente, está despertando una habilidad infinitamente más importante, q es en mi humilde opinión, la base de este arte marcial, y un pilar q considero importantísimo en la vida de cualquier persona.

Y esta habilidad no es otra q la de aprender a "escuchar".

Gracias.

sábado, enero 17, 2009

...y sin embargo, te quiero.

Buenos días, aquí Chris por la mañana en su primera edición del 2009. Hoy quiero comentar una frase q se suele utilizar con frecuencia cuando una persona entra a conocer a gente nueva y tiene algún tipo de conflicto con algun@/s de ell@s. La frase (con la q estoy de acuerdo) es la de q “no puedes caerle bien a todo el mundo”. Pues bien amig@s, esta sencilla y común expresión es, para un servidor, oro puro filosófico.


Cómo es posible q dos personas tengan opiniones completamente opuestas a la hora de juzgar un determinado comportamiento observado? Pues porque no estamos juzgando el comportamiento de esa persona sino q de manera indirecta, nos estamos juzgando a nosotros mismos.


La verdadera cuestión es q nadie conoce a nadie. Siempre he defendido esta postura. Pero no por nada, si no porque pienso q no hay un alguien a quien conocer, sino más bien reflejos o anhelos de lo q somos o lo q nos gustaría ser observados en la persona en cuestión. Si esto lo multiplicamos por 1.21 gigawatios, pues tendríamos lo q llamamos amor. Si no, pues tendríamos una mayor o menor amistad. En verdad pensamos q las relaciones humanas se mantienen por el conocimiento mutuo? Permítanme dudarlo. Más bien diría q todo se basa en q ese pacto de reflejos o anhelos se siga manteniendo. La primera frase de la canción q os pondré al final podría resumir por completo lo q quiero decir. La canción empieza diciendo “I feel I know you”. Siento q te conozco. De eso es de lo q se trata. Nuestros razonamientos en este caso no son más q palabras q enmascaran en realidad multitud de sensaciones. Sensaciones, no justificaciones.


Cómo si no podría haber semejantes desacuerdos? Si realmente estuviésemos analizando (si realmente se pudiese, q esa es la cuestión) el comportamiento objetivo de esa persona, deberíamos poder llegar a las mismas conclusiones. No hay cosa más imprecisa (y en esto el budismo triunfó como los chichos) q el “ser”. Ya decía Aristóteles q el ser se dice de muchas maneras. Pero creo q no advirtió q, especialmente en con los humanos, es imposible ponernos de acuerdo en dichas maneras. Creo q cualquiera de nosotros podríamos fácilmente vanagloriarnos de describir a esta o a otra persona como claramente egoísta, simpática, sociable, maleducada, etc. Afirmo (no “creo”) al mismo tiempo con total seguridad q siempre habría una persona/s q no estarían de acuerdo en semejantes calificativos. Por qué? Pues porque decir q el cerebro es una máquina compleja es quedarse absurdamente cortos. Y hemos de admitir q nuestra psicología de andar por casa es todo lo q tenemos para vivir.


Que ser conscientes de esto sea bueno o malo, sería aventurarse demasiado. Quizá sea útil para expandir un poco más nuestro punto de vista acerca de determinadas cosas y darnos cuenta de q, puede q a veces, la realidad observada “no sea así”.


La realidad de q fulanita es una borde y pasa de todo, pero no sé por qué narices menganita no es capaz de verlo.


La realidad de q fulano está locamente enamorado de mengana, y claramente mengana no es un buen partido para él.


La realidad de q fulano y mengana se aman con locura. Que fulano sabe q podría enumerar cada centímetro del alma de mengana. Que mengana sabe podría describir cada gramo de la persona de fulano. Y de que, tristemente, el hecho de q el ser humano nunca sepa lo q es hará una vez más q otro fulano y otra mengana se separen definitivamente sin saber por qué...