martes, marzo 07, 2006

Miyazaki o la aritmética transfinita

Buenos días Cicely. Os voy a plantear una bonita cuestión matemática q he estado meditando esta mañana. Hace unos veintitantos siglos nació un griego llamado Euclides, q básicamente fue responsable de buena parte de muchas de las matemáticas q usamos hoy día. Pues una de las cosas q el amigo Euclides planteó en su momento fue algo tan intuituvo y evidente (a la par q relevante) como q "el todo es siempre mayor q la parte". En realidad, los ejemplos son fáciles de buscar. Así pues, por ejemplo, Valencia es más grande q Elche, o Granada es más pequeña q Andalucía, o un árbol ocupa menos espacio q el bosque en donde está contenido, etcétera etceterísima.

Bien, la gracia está cuando los conjuntos q cogemos son, digamos, bastantes panzudos. Así pues, si cogemos el conjunto de los números impares y el de los números pares, ¿cuál es más gordo? Bueno, la cosa es q así a primera vista, los dos son gordos del copón, pero si los pones en orden pues podríamos decir q los dos son iguales porque los podemos ir emparejando hasta el infinito. Así, el 1 iría con el 2, el 3 con el 4, etcétera etceterísima.

Pero, y aquí llegamos a la cuestión, ¿qué ocurre cuando comparamos el conjunto de los números naturales con una de sus partes, esto es, el de los números impares o pares?, ¿cúal es más grande? (...redoble...) Pues la respuesta es: la hemos jodido. O dicho de otro modo, la parte se revela contra el todo y reclama su igualdad de tamaño abofeteando nuestra más primitiva intuición.

¿Qué pasa entonces? Pues q te da esa sensación de q el suelo que pisamos es un espejismo, de q la realidad no lo es en sí misma. Y si es así, ¿qué nos queda?, ¿dónde colgamos el sombrero? O dicho de otro modo, ¿cuál es la cumbre de lo irracional?, ¿el código de barras de lo misterioso?...exacto: Miyazaki. O Tolkien, o Poe, o Gaiman, o Moore, o Klimt, o Dalí...Pongo el caso de Miyazaki porque he disfrutado recientemente de su última belleza llamada "Howl's Moving Castle", donde una vez más nos descubre esa otra realidad de ácaros q no vemos pero q existen. Porque a través de su inconfundible palenta pinta como pocos tantos y tantos sentimientos, emociones, miedos, anhelos, pasiones y todo tipo de imaginería inconsciente q vuela entre sinapsis y sinapsis cerebral...

Miyazaki, menudo crack estás hecho compadre. Gracias pues a ti y a tantos otros q habéis ofrecido y seguís ofreciendo vuestras soluciones a esa compleja ecuación q siempre me ha vuelto loco: "animal racional + x = ser humano". Brindo por ti, por la magia, por vuestra manera de despejar la "x"...

...y por la aritmética transfinita!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

y por T.S. Eliot y The Wasteland!

Anónimo dijo...

y por Umberto Eco y El Nombre de la Rosa!

La Dama Blanca dijo...

eh! y los prerrafaelistas