miércoles, mayo 24, 2006

El signo lingüístico y sus perversiones

"Triunfos y fracasos se suceden según una ley desconocida que tiene por nombre "destino", nombre al que recurrimos cuando, filosóficamente desguarnecidos, nuestra estancia aquí abajo, o no importa dónde, nos parece sin solución y como una maldición que debemos sufrir, irracional e inmerecida. Destino: palabra selecta en la terminología de los vencidos...Ávidos de una nomenclatura para lo irremediable, buscamos alivio en la invención verbal, en las claridades suspendidas encima de nuestros desastres. Las palabras son caritativas: su frágil realidad nos engaña y nos consuela...Y así es como el "destino", que no puede querer nada, es quien ha querido lo que nos sucede..."

(E. M. Cioran)

1 comentario:

La Dama Blanca dijo...

destino no era uno de los eternos?? ;P