Bueno, pues después de la tempestad de cansancio, nervios, presión, dolor de cuello, etc., de esta mañana, por la tarde llegó la ansiada calma. Comida, siesta, duchita, helado, glorioso triunfo baloncestístico, más comida y Cube Zero en DivX. Creo q no se puede pedir más por hoy.
Del examen prefiero no pronuciarme aun por si nuestro amigo Heisenberg se ceba con mis comentarios. No le daré ese placer. Pero al menos diré q el examen fue completado en su totalidad, lo cual es mucho decir. Ahora a seguir dando el callo para preparar el oral hasta el día 5 q es cuando saldrá a la luz el veredicto.
Hasta la próxima comunicación!
lunes, junio 27, 2005
sábado, junio 25, 2005
Alea jacta est...
Afortunadamente, los astros hoy se han confabulado en mi favor y me están permitiendo disfrutar de este día previo de "rodríguez" total. Me he levantado relativamente tarde, y he ido a pillarme un par de comics. Luego, a la hora de comer fui a por una hamburguesilla para llevar y resultó q una de las dependientas era una compañera mía de la facultad, la cual con todo el detalle, me añadió en la bolsa una ración de patatas gratis (ole las niñas con salero x) Posteriormente, llegué a mi casa y acompañé la comida con el DVD de Spider-man 2, acabando con un poco de helado de dulce de leche allá cuando nuestro amistoso vecino Spidey trataba de salvar a su tía May de las garras del malvado Doc Ock!
Así pues, con esta orgía alimenticia y visual doy por terminada la jornada de reflexión. Gastaremos los ultimos cartuchos de la tarde en alguna q otra banalidad más, cenita ligera y a la camita q mañana será otro día...
Les dejo con un poco del "Shepherd Moons" de Enya para terminar de relajar. Nos veremos por la mañana amigos...o a la luz de la luna...lo que ocurra primero...
Así pues, con esta orgía alimenticia y visual doy por terminada la jornada de reflexión. Gastaremos los ultimos cartuchos de la tarde en alguna q otra banalidad más, cenita ligera y a la camita q mañana será otro día...
Les dejo con un poco del "Shepherd Moons" de Enya para terminar de relajar. Nos veremos por la mañana amigos...o a la luz de la luna...lo que ocurra primero...
miércoles, junio 22, 2005
Heisenberg y las oposiciones
Digamos q a finales de los años veinte, a un tal Werner Heisenberg, físico él de profesión, se le ocurrió enunciar un dañino principio conocido como "Principio de indeterminación". Bueno..seamos justos. Digamos q este principio así como bien mirado pues queda muy bien, por ejemplo, para un concierto de Ismael Serrano. Sin embargo, en otro tipo de materias menos artísticas la cosa se vuelve más propiamente perversa.
Antes q nada, y para quien no lo conozca o no tenga ganas de buscarlo, este principio nos viene a echar en cara q todos nuestros cientifiquísimos experimentos siempre irán acompañados de una molestosa y cojonera variable de indeterminación (cuya fórmula paso de poner), y q nuestro conocimiento de la Naturaleza pasa pues de un conocimiento teóricamente exacto, a un conocimiento basado sólo en probabilidades y en la imposibilidad teórica de superar nunca un cierto nivel de error.
Así pues, seguramente nuestro amigo Heisenberg se quedó descansando en santa paz cuanto solto esta rosita de principio, q como digo, pueda q lo sea en tanto y en cuanto la apliquemos en términos artísticos, puesto q la incertidumbre siempre es buena en el arte. Sin embargo, las entrañas se me revuelven de atroz forma cuando pienso en, y esta es la verdadera cuestión, los "criterios evaluativos de oposición".
De corazón pienso q este hombre obtuvo su bien merecido nobel cuando descubrió el éxito de su principio aplicado a los exámenes de oposición. Realmente es una barbaridad como pocas se conoce lo de la corrección de estos exámenes. Sobre todo teniendo en cuenta q, ¡tan solo!, se juegan gran parte (o toda ella) del futuro de miles de personas.
Por supuesto, sería absurdo si dijese q esta opinión procede solo de la gente q ha suspendido. Precisamente me hago eco de ella porque hay muchos testimonios de gente q ha aprobado y q ellos mismos aun se cuestionan el por qué ocurrió si resulta q cambiaron el tema, por qué si al final se equivocaron de pregunta o por qué si no pusieron cierta cantidad de datos esenciales. Aunq bueno, entiendo q tampoco insistan en indagar más. Q le quiten lo bailao x)
Por ello, siempre es gracioso escuchar las reconfortantes recomendaciones y consejos (sobre todo familiares) en los q con toda la buena fe del mundo (antes de examinarte) te invitan a q estudies mucho mucho mucho, pero q mucho mucho, q será el camino hasta el merecido y justo aprobado. Sin embargo, y con no tan buena fe cuando los resultados son negativos, la invitación se transforma en telodijes sempiternos donde te recuerdan q tenías q haber estudiado más, y más, y muuucho más.
En fin, es una pena q no se den cuenta de q el estudio es una variable más, obviamente importante, pero una variable más. Y q la cojonera variable de indeterminación siempre andará revoloteando sobre las correcciones examinatorias de oposición para honrar la memoria de su creador. Solo esperemos q está vez salpique algo más a nuestro favor...
Y si no, q nos quiten lo bailao x)
Antes q nada, y para quien no lo conozca o no tenga ganas de buscarlo, este principio nos viene a echar en cara q todos nuestros cientifiquísimos experimentos siempre irán acompañados de una molestosa y cojonera variable de indeterminación (cuya fórmula paso de poner), y q nuestro conocimiento de la Naturaleza pasa pues de un conocimiento teóricamente exacto, a un conocimiento basado sólo en probabilidades y en la imposibilidad teórica de superar nunca un cierto nivel de error.
Así pues, seguramente nuestro amigo Heisenberg se quedó descansando en santa paz cuanto solto esta rosita de principio, q como digo, pueda q lo sea en tanto y en cuanto la apliquemos en términos artísticos, puesto q la incertidumbre siempre es buena en el arte. Sin embargo, las entrañas se me revuelven de atroz forma cuando pienso en, y esta es la verdadera cuestión, los "criterios evaluativos de oposición".
De corazón pienso q este hombre obtuvo su bien merecido nobel cuando descubrió el éxito de su principio aplicado a los exámenes de oposición. Realmente es una barbaridad como pocas se conoce lo de la corrección de estos exámenes. Sobre todo teniendo en cuenta q, ¡tan solo!, se juegan gran parte (o toda ella) del futuro de miles de personas.
Por supuesto, sería absurdo si dijese q esta opinión procede solo de la gente q ha suspendido. Precisamente me hago eco de ella porque hay muchos testimonios de gente q ha aprobado y q ellos mismos aun se cuestionan el por qué ocurrió si resulta q cambiaron el tema, por qué si al final se equivocaron de pregunta o por qué si no pusieron cierta cantidad de datos esenciales. Aunq bueno, entiendo q tampoco insistan en indagar más. Q le quiten lo bailao x)
Por ello, siempre es gracioso escuchar las reconfortantes recomendaciones y consejos (sobre todo familiares) en los q con toda la buena fe del mundo (antes de examinarte) te invitan a q estudies mucho mucho mucho, pero q mucho mucho, q será el camino hasta el merecido y justo aprobado. Sin embargo, y con no tan buena fe cuando los resultados son negativos, la invitación se transforma en telodijes sempiternos donde te recuerdan q tenías q haber estudiado más, y más, y muuucho más.
En fin, es una pena q no se den cuenta de q el estudio es una variable más, obviamente importante, pero una variable más. Y q la cojonera variable de indeterminación siempre andará revoloteando sobre las correcciones examinatorias de oposición para honrar la memoria de su creador. Solo esperemos q está vez salpique algo más a nuestro favor...
Y si no, q nos quiten lo bailao x)
martes, junio 21, 2005
El Infierno son los otros
Pues tal día como hoy, y 100 años atrás, nació el filósofo y escritor Jean-Paul Sartre, un tipo francés, bizco, ateo y, al igual q su coetáneo Albert Camus, un tipo con una mala leche tremenda. Me explico.
Para q lo sepan, antes de ser locutor de radio, un servidor en su tierna juventud gozaba de un ávido interés lector hacia textos donde encontrar respuestas a preguntas q no las tenían (religiones aparte). Y antes de q se lleven las manos a la cabeza, en efecto, no tenía ni la Play, ni novia ni una ADSL q emulear x) Bien, como les iba diciendo, después de q los señores Nietzsche y Schopenhauer me metieran los primeros hachazos existenciales, era cuestión de tiempo de q me tropezase con textos del bueno de Sartre, en los cuales se podían leer bonitos y famosos puñales como q "el hombre es una pasión inútil" o la propia frase q corona este post. Así pues, textos como "La Náusea" o el de su compatriota Albert Camus "El extranjero" me dejaron literalmente con el culo al aire en lo q al concepto de trascendecia se refiere. Digamos q a empecé a perder la inocencia, cual personaje femenino del Marqués de Sade, en cuanto a eso de no cuestionarse sobre q pasará o dejará de pasar después de la muerte...y por supuesto, como le pasó al pez de Hemingway, una vez mordido el anzuelo ya no había marcha atrás. El existencialismo me encerró en su cárcel pesimista y tiró la llave bien lejos.
Por ello, a pesar de q sea algo en lo q parecerme al genio de Woody Allen, no tiene en verdad nada de presumible. He de admitirlo, me sigue pareciendo algo aterrador pensar en el ser y la nada. ¿Qué se siente al no sentir?, ¿qué se siente en la ausencia de pensamiento, de conciencia?, ¿cómo puede ser el no sentir por toda la eternidad? El absurdo q se plantea es pues tan brutal q hace imposible aceptar la muerte sin sentir ese chute de desesperación q gente como Kierkegaard tan largamente se encargó de describir en muchos de sus textos.
Sin embargo, fue en Unamuno donde encontré las palabras más cercanas a esta sensación. Fue en su libro "Del sentimiento trágico de la vida", y todo se condensaba en la siguiente frase: "Si la conciencia no es, como ha dicho algún pensador inhumano, nada más que un relámpago entre dos eternidades de tinieblas, entonces no hay nada más execrable que la existencia”.
Bueno..realmente soy consciente de q después de leer esta poco alentadora reflexión se pueda llegar a la conclusión de q un servidor es un pesimista irremediable. Pero precisamente yo, al igual Sartre y compañía, lo q me considero es un vitalista irremediable de cuyo desmesurado amor a la vida nace su mayor y más dolorosa angustia, esto es, el perderla para siempre...
En fin, como ya les dije, el homenajeado de hoy tenía bastante mala leche, y no sé si llegaré a perdonarles alguna vez a él y a sus compañeros semejante violación espiritual. Aunq ciertamente, el propio Sartre ya se encargó de avisarlo: "quiero haceros ver todas esas verdades q tanto os disgustan".
Ahora sí, es tiempo de dejarles con un poco de música. La canción, "Killing an Arab". El grupo, The Cure.
Un radiofónico saludo,
Chris
Para q lo sepan, antes de ser locutor de radio, un servidor en su tierna juventud gozaba de un ávido interés lector hacia textos donde encontrar respuestas a preguntas q no las tenían (religiones aparte). Y antes de q se lleven las manos a la cabeza, en efecto, no tenía ni la Play, ni novia ni una ADSL q emulear x) Bien, como les iba diciendo, después de q los señores Nietzsche y Schopenhauer me metieran los primeros hachazos existenciales, era cuestión de tiempo de q me tropezase con textos del bueno de Sartre, en los cuales se podían leer bonitos y famosos puñales como q "el hombre es una pasión inútil" o la propia frase q corona este post. Así pues, textos como "La Náusea" o el de su compatriota Albert Camus "El extranjero" me dejaron literalmente con el culo al aire en lo q al concepto de trascendecia se refiere. Digamos q a empecé a perder la inocencia, cual personaje femenino del Marqués de Sade, en cuanto a eso de no cuestionarse sobre q pasará o dejará de pasar después de la muerte...y por supuesto, como le pasó al pez de Hemingway, una vez mordido el anzuelo ya no había marcha atrás. El existencialismo me encerró en su cárcel pesimista y tiró la llave bien lejos.
Por ello, a pesar de q sea algo en lo q parecerme al genio de Woody Allen, no tiene en verdad nada de presumible. He de admitirlo, me sigue pareciendo algo aterrador pensar en el ser y la nada. ¿Qué se siente al no sentir?, ¿qué se siente en la ausencia de pensamiento, de conciencia?, ¿cómo puede ser el no sentir por toda la eternidad? El absurdo q se plantea es pues tan brutal q hace imposible aceptar la muerte sin sentir ese chute de desesperación q gente como Kierkegaard tan largamente se encargó de describir en muchos de sus textos.
Sin embargo, fue en Unamuno donde encontré las palabras más cercanas a esta sensación. Fue en su libro "Del sentimiento trágico de la vida", y todo se condensaba en la siguiente frase: "Si la conciencia no es, como ha dicho algún pensador inhumano, nada más que un relámpago entre dos eternidades de tinieblas, entonces no hay nada más execrable que la existencia”.
Bueno..realmente soy consciente de q después de leer esta poco alentadora reflexión se pueda llegar a la conclusión de q un servidor es un pesimista irremediable. Pero precisamente yo, al igual Sartre y compañía, lo q me considero es un vitalista irremediable de cuyo desmesurado amor a la vida nace su mayor y más dolorosa angustia, esto es, el perderla para siempre...
En fin, como ya les dije, el homenajeado de hoy tenía bastante mala leche, y no sé si llegaré a perdonarles alguna vez a él y a sus compañeros semejante violación espiritual. Aunq ciertamente, el propio Sartre ya se encargó de avisarlo: "quiero haceros ver todas esas verdades q tanto os disgustan".
Ahora sí, es tiempo de dejarles con un poco de música. La canción, "Killing an Arab". El grupo, The Cure.
Un radiofónico saludo,
Chris
martes, junio 14, 2005
Todo lo q tiene un fin tiene un principio...
Bueno, pues nos encontramos ante el primer y complicado post de inaguración. Pensé en poner aquello de q crear un blog puede considerarse como un acto egoísta y bla bla bla, pero casi q no porque creo q está ya bastante visto. También pensé en poner aquello de q nunca pensé en empezar a hacer una cosa de estas y bla bla bla, pero también creo q está bastante manido. Con lo cual empezaré diciendo q hoy es 14 de junio (con todo lo q se pueda desprender de tal fecha), q corre una deliciosa brisa veraniega y q puede q esto sea solo una burda excusa para evadirme del estudio. Por ello, creo q quedaré mejor diciendo q esto es tan solo un minúsculo homenaje al legado q nos dejo el maestro Chris Stevens: la palabra.
Así pues, imbuído como me encuentro de su espíritu, solo me queda desearles lo siguiente: damas y caballeros, o criaturas de este u otro plano, desen por bienvenidos.
Un radiofónico saludo,
Chris
Así pues, imbuído como me encuentro de su espíritu, solo me queda desearles lo siguiente: damas y caballeros, o criaturas de este u otro plano, desen por bienvenidos.
Un radiofónico saludo,
Chris
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