martes, mayo 29, 2007

La América profunda

- Hola, ¿has venido a traerme eso?

- Sí claro, aquí lo traigo. Toma.

- Gracias tio, ya era hora, seguro que a mi madre le encantará también.

- Traigo también unas birras para el partido de esta tarde, así que ya que tiro para la cocina, te meto esto de paso en la nevera, ¿ok?

- Ok, seguro que va a ser un partido alucinante.

- Ya te digo tio, ¡las finales! Bueno, me marcho que tengo que irme a currar ya. Venga, nos vemos.

- Vale tio, hasta esta tarde.

(32 minutos más tarde)

- Otra vez llamando a la puerta, quién será esta vez...

- ¡Hola hijo! ¿Qué tal te va?

- Mamá por favor, ahora estoy ocupado.

- Ay hijo, ¡qué seco eres! Solo pasaba para saludarte.

- Claro mamá, anda pasa.

- Mmm, desde luego, cómo tienes la casa...

- Sí mamá, ya sabes que tengo muy poco tiempo para hacerme de chacha.

- Pero hijo, ¿y si viene una visita inesperada? ¿Te parece bien que se encuentre semejante leonera?

- Bueno mamá, ¿has venido por algo más además de para echarme la charla?

- Tú siempre igual hijo mío, encima que te lo digo por tu bien...Por cierto, ¿me has conseguido eso?

- Sí mamá, me lo acaban de traer.

- ¡Bien! ¿Dónde lo tienes?

- Lo tengo guardado en una bolsa en la nevera. Y ahora llévatelo y déjame en paz que tengo prisa.

- Claro hijo, por supuesto. Ya me voy. Gracias por todo. Tu máma te quiere mucho, lo sabes, ¿verdad?

- Siii mamá, yo también te quiero a ti. Adiossss.

- Adios hijo, ¡hasta pronto!

(46 minutos más tarde)

- Hola cariño, ¿está la comida preparada?

- Hola Jim, no me ha dado tiempo. Acabo de venir de casa de nuestro hijo.

- Pero cariño, acabo de llegar de trabajar y estoy cansado. Y además tengo mucha hambre y los niños también.

- Ya lo sé Paul pero, ¿acaso no acabas de oír lo que acabo de decir?

- Mamaaaaaaa, mamaaaaaaa, dile a Clive que me deje tranquila.

- Niñosssss, dejad de pelearos, que mamá está haciendo la comida.

- Mamaaaaa, mamaaaaaa, ¡Clive no deja de tirarme del pelo!

- Clive, estate quieto, ¡deja a tu hermana en paz o te quedarás sin comer!

(83 minutos más tarde)

- Bueno cariño, al menos la carne estaba tierna. Ha sido una gran comida después de todo.

- Gracias Paul, lo hice lo mejor q pude. Aunque esta semana nuestro hijo se quedó con las piernas de los críos. Seguro que lo hizo para fastidiarme. ¡Sabe que lo más me gusta es comerme las piernas!

- Bueno cariño, mira nuestros hijos, están disfrutando. Ya casi terminan con ese torso ellos solitos. ¿Queréis también las manos?

- Siiii papa, porfiii.

- Vaaaale, pero después prometedme que estudiaréis mucho, ¿ok?

- Si papi, ¡lo prometemos!

...

(4 manos más tarde, en la bolsa solo quedaba el esqueleto de Jane y Patrick de 8 y 11 años respectivamente)

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Joder, qué truculento! Rednecks caníbales! Siempre me han molado las películas que explotan el miedo de los yankees a sus castrojos de la américa profunda, como Deliverance, o la de Las Colinas Tienen Ojos.

Un abrazo a tu jugoso y comestible torso! :P

No entro por el aro dijo...

Eran familia del Dr. Lecter :D
Estos americanos...
Por cierto te agregué a mis links.

Skézenté dijo...

Me da más miedo que la historia de la niña de la placeta...........

No entro por el aro dijo...

Perdona pero lo de la niña fue lo más! Aunque esta historia se las trae.
Chris, se te daría bien escribir más relatos de terror, me gustan :)

Zeppy dijo...

Y no solo de miedo aroblog! Llevo escribiendo mas de la mitad de mi vida, y se cuando una persona vale para esto. Animo Chris!
Firmado; Un asiduo a tu blog.

Anónimo dijo...

En nombre del equipo q hace posible esta emisora (esto es, yo y mis múltiples personalidades), muchas gracias a todos x)

tormenta dijo...

o.O...claro, así no hay manera de predecir en un relato... lo cierto es que yo me imaginaba que era maria o algo.. (:P) porque visualizaba una bolsa pequeña en una nevera pequeña.
En fin, que me has matado y me has quitado el hambre XD
un beso!