Un meteco bastante famosillo llamado Aristóteles contaba en una de sus teorías q todas las cosas se componen de materia y forma. Y qué tiene eso q ver con las despedidas? Pregunta muy pertinente. Seguramente nada. Pero a un servidor se le antoja un parecido razonable. Digamos q hay algo común en las despedidas q sería una perogrullada comentar. Las despedidas son algo triste porque bla bla bla y todo eso. Vale. Digamos q en mi opinión eso sería la materia de las despedidas. El sentimiento común e informe q todos nos podemos imaginar. Pero es en la forma de las despedidas en lo q me gustaría hacer hincapié. En aquello q las hace hasta cierto punto físicamente materiales. Casi palpables. Casi manipulables. Y por completo, terribles.
Es la forma y no la materia lo q separa la distancia entre la persona q se abandona y el punto de partida al q se retorna. Y es una forma q de alguna manera es siniestramente rutinaria, por cuanto está llena de los mismos sillones, los mismos ruidos, los mismos horarios, las mismas colas. No importa el modo de regreso. Ya sea coche, avión, barco, tren. Mi sens
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Sí amig@s. La física del regreso es LA forma. La odiosa forma q me provocará siempre emociones y decisiones equivocadas. Siempre lo hace. Seguramente ya lo hecho. Y odio no ser consciente de ello. Odio perder contra ella. Pero bueno, en esta ocasión me llevo las notas de un Ave María sublime, con todo lo q eso conlleva, q no es poco. Aunque eso es otra historia...
Adios amig@s. Adios sin forma...
1 comentario:
supongo que las despedidas también forman parte del reino de Elgaland-Vargaland
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